La conexión improbable: virus y alzhéimer

Hace ya casi 30 años que algunos investigadores sugirieron por primera vez que virus de la familia Herpesviridae podían estar detrás de casos de alzhéimer, ya que observaron que el virus se detectaba con más frecuencia en cerebros de gente que había padecido alzhéimer que en cerebros de gente que no había sufrido la enfermedad (hablo en pasado porque este tipo de estudios se hacen con cerebros de personas fallecidas, post mortem). Desde entonces, diferentes estudios han encontrado repetidamente esa misma relación, pero en realidad, la posibilidad de que un virus provocara la enfermedad de Alzheimer siempre se ha tratado la  como una hipótesis marginal. Ahora, dos equipos bastante consolidados han vuelto a poner sobre la mesa estas investigaciones, publicando sus nuevos descubrimientos en una prestigiosa revista, Neuron.

En el primero de estos trabajos, en un análisis que está lejos de ser trivial, los autores compararon los genes que se expresaban o no en el cerebro de personas que presentaban neuropatología (placas de amiloide) con muestras de personas sin la patología. El análisis, que como he comentado no tiene nada de sencillo y se basa en el uso de redes de regulación génica para comparar los datos, indicaba que en el cerebro con neuropatía se estaba produciendo una respuesta relacionada con la infección por virus. El siguiente paso era obvio: utilizando en este caso muchas más muestras analizadas con técnicas de secuenciación masiva buscaron y cuantificaron la presencia de virus en los cerebros de personas que padecían alzhéimer y lo compararon con personas sin alzhéimer. Los resultados indicaron que los virus de la familia Herpesviridae, en concreto los tipos HHV-6A y HHV-7, estaban más presentes en muestras de personas con alzhéimer. El resultado, bastante robusto, sugiere que existe una relación entre tener el virus del y padecer la enfermedad.

¿Es esto significativo o se trata de una prueba circunstancial? Por ejemplo, quizás las personas que padecen alzhéimer tienen más susceptibilidad a la infección por el virus, y no al contrario.

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Virus de la familia Herpesviridae, via Wikipedia.

El segundo trabajo estudia cuál es la relación entre estos tipos de virus y el péptido amiloide. Y lo que muestran son resultados convincentes que sugieren, en primer lugar, que el péptido amiloide, igual que en el caso de las bacterias, funciona como un “repelente” contra los virus, y segundo, que el virus también actúa como detonante de la agregación del péptido amiloide, ayudando quizás a que las placas amiloides se formen. El siguiente vídeo intenta resumir gráficamente el experimento más interesante del artículo.

Esta observación no es del todo sorprendente. Hace tiempo que los investigadores intentan encontrar una función biológica al péptido amiloide. ¿Para qué lo producimos en el cerebro? ¿Cuál es su función, teniendo en cuenta que a la larga su acumulación resulta perjudicial?

Una de las posibles funciones que se han propuesto es que el péptido amiloide actúa como un sistema de defensa del cerebro contra microbios (virus y bacterias, quizás también hongos), de una manera similar a como lo hacen péptidos similares (péptidos anti-microbianos).  Estos pequeños fragmentos de proteína se unen entre ellos y a la vez al patógeno invasor, formando redes densas que retienen virus y bacterias impidiendo que infecten las células y facilitando su eliminación. Hay que recordar que el sistema nervioso central es una parte de la anatomía humana donde nuestro sistema inmunitario tiene un acceso difícil, con lo que son necesarios sistemas de defensa adicionales. Esto, que los mismos autores del segundo trabajo ya habían demostrado para el caso de bacterias infecciosas, cuadra muy bien con sus observaciones. Su hipótesis es que el péptido amiloide ayuda al cerebro a defenderse de las infecciones de, como mínimo, estos virus de la familia Herpesviridae. El problema es que, a largo plazo, quizás favorece la formación de placas y el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Quizás eso sólo ha empezado a ser un problema cuando el ser humano ha alargado su esperanza de vida, mientras que el péptido amiloide ha supuesto un gran sistema de defensa y una ventaja evolutiva hasta ahora.

Las implicaciones podrían ser enormes. ¿Un antiviral para tratar el alzhéimer? ¿Se podría desarrollar una vacuna contra un virus de la familia de los herpes que a su vez protegiera de la enfermedad de Alzheimer?

Pero no todo el mundo ve tan claras las conclusiones de los dos estudios. Sabemos que hay un deterioro en el cerebro de las personas con alzhéimer ¿Lo hace eso más susceptible a las infecciones? Eso explicaría también la coincidencia, circunstancial o no, entre virus y enfermedad de Alzheimer. Veremos.

Para saber más, os dejo los enlaces a los dos trabajos. Ambos, por cierto, de acceso gratuito.

Readhead B y colaboradores. Multiscale Analysis of Independent Alzheimer’s Cohorts Finds Disruption of Molecular, Genetic, and Clinical Networks by Human Herpesvirus. Neuron 2018

Eimer WA y colaboradores. Alzheimer’s Disease-Associated β-Amyloid Is Rapidly Seeded by Herpesviridae to Protect against Brain Infection. Neuron 2018

 

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